Desde que las noches de luna vibran con la sintonia de un rock la genialidad del alma humana surca los confines del día. Mientras acechan los gatos en mil kilometros de frontera escucho las canciones que erizan la piel. Un aullido y la luna estremeciendose mientras el viejo Tío Jack corrobora la negrura del sentimiento bajo la escucha de sus guitarras y coros recordandote.
Ya paso el tren y los auspicios de futuro se mascan en la boca contemplando el ocaso y su pregunta incierta.
El tio Jack recuesta sus pecados y se muestra con la sinceridad del arrepentido. Mientras que a la estación llega un cargamento de discos esperando las respuestas de los que escuchan el viejo sonido de la frontera. Mil kilometros de distancia que los separan. Mil momentos de recuerdos sin ti.
No puedo encontrar al Tío Jack. Quiero encontrar su disco. Alguien me ayuda?
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